Y el tiempo pasaba, y la vida se acaba.
Nunca fuimos de hablar demasiado,
Nos entendíamos con poco,
Aún así,
Siempre había algún verso que nos fusionara,
Que creara vacíos de "entrecuerpos"
Y permitiera compartir cuentos de boca a boca.
Y algún día,
Cuando los años desfiguren mi rostro,
Me acordaré de ti.
Regalaré este consejo,
Quizás a algún joven alocado,
Que lo prenda
Y sople sus cenizas al viento.
Tal vez el viento que me traía
Cada noche,
Y la madrugada
Tu perfume de alta jerarquía
Impregnado en la esperanza
De que tus labios se mantengan fieles a nuestros encuentros furtivos
Añorando el roce de tu piel,
Recordé tus caricias
Hasta no saber si eran droga o metadona.
Pero, ¿Qué importa ya?
Si por tener,
Solo tengo la adicción
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